¿Cómo sé si tengo sarro?
A diferencia de la placa que es una película incolora, el sarro es una formación de minerales fácilmente visible si se localiza por encima de la línea de las encías. El indicador de sarro más común es observar un color marrón o amarillento en los dientes o encías. El único modo cierto de detectar la presencia de sarro y de retirarlo es acudir al dentista.
Como se produce el sarro dental
El sarro es resultado de la calcificación de la placa dental, que está formada por bacterias, restos de comida y saliva. Para que esta placa bacteriana se mineralice y se transforme en sarro necesita 24 horas.
Uno de los factores que determina una mayor o menos formación de cálculos dentales es la constitución de la saliva de cada persona, de manera que un sujeto puede tener una producción de sarro mayor que otro. Sin embargo, también existen ciertos alimentos y productos que favorecen su aparición.
Los alimentos que se pegan a los dientes con más facilidad que otros, como el pan de molde, aumentan la retención de la placa. Sin embargo, Cabezas asegura que “también hay otros productos que, por el contrario, favorecen la autolimpieza de la boca debido a su consistencia dura, como las manzanas o las zanahorias crudas”.
¿Que consecuencias tiene el sarro dental?
Aunque el sarro por sí mismo no tiene ningún efecto perjudicial, su formación puede originar múltiples problemas para la salud bucodental. Como son:
- Gingivitis: el sarro favorece la inflamación e irritación de las encías.
- Mal aliento o halitosis, causado por un tipo de bacterias que producen compuestos sulfurados.
- Caries, ya que las bacterias del sarro debilitan el esmalte dental.
- Periodontitis, cuando el sarro se acumula bajo las encías.