El tratamiento más simple para restaurar una caries en niños es realizar una obturación o mal llamado “empaste”. La obturación de un diente se basa en eliminar el tejido afectado por la caries (contaminado de bacterias) y restaurar la forma anatómica este diente con material de obturación (composite).

En los niños, es imprescindible solucionar cuanto antes las caries existentes, ya que, de no ser así, pueden ocasionar problemas como infecciones, destrucción de los dientes temporales y en alguna situación vernos obligados a realizar la extracción del diente, poniendo en compromiso la posición de dientes definitivos y complicando la erupción y oclusión (forma de morder) futura.

El mayor problema en los dientes temporales con respecto a la caries, es que en el momento que aparece o hay presencia de caries, la evolución es mucho más rápida que en los adultos (al ser el esmalte y dentina mucho más finos y tener una cámara pulpar mucho más grande en proporción), siendo más devastadora.

Lo ideal es tratar esta caries lo antes posible, para evitar que llegue al nervio y sea necesario hacer una pulpotomía o pulpectomía (desvitalización del diente).

Gracias a la mejora de los materiales de obturación, hoy en día, en nuestra clínica realizamos estos tratamientos con los composites más novedosos y de mejor calidad del mercado, incluso pudiendo ofrecer a los niños obturaciones de diversos colores (ya que son dientes que como máximo durarán en boca hasta los 10-11 años, sin afectar a la estética futura), consiguiendo mejor aceptación, comportamiento y motivación por parte del paciente y olvidándonos de las obturaciones de amalgama de plata que antiguamente se hacían.